miércoles, 2 de diciembre de 2015

The Normal Heart.


Buenas tardes, unicornios de mi corazón. 

Ayer fue el día mundial de la lucha contra el Sida. Un día, como siempre que hablamos de enfermedades, en el que la gente suele estar más sensible con la causa, todos compartimos cosas por las redes sociales y damos nuestro apoyo a los afectados. Habrá gente que lo vea hipócrita, yo no. Creo que es un gesto de solidaridad que anima a seguir con su lucha a todos los que sufren, un día en el que se recauda dinero en galas benéficas y exposiciones para la investigación del virus y llegar por fin a la cura total. 

Aquí os dejo toda la información sobre el virus del VIH.



Una de mis películas favoritas a pesar que lloro como una desconsolada es Philadelphia y colgué la canción principal, una obra maestra de El Boss. Pues bien, en el enlace que colgué, mi recién estrenado coleguita de farras y de grupo de WhatsApp, Dani, comentó en mi post y me recomendó la película The Normal Heart. Y que película. Qué película. Fui incapaz de acabar de verla, no porque sea mala, todo lo contrario,  sino porque es demasiado para mi corazón de Mariliendre. No podía soportar ni un segundo más. 

Realmente es una película que nos muestra la doble moral que una vez más tenemos los humanos. Ambientada en la década de los ochenta, donde representa que la humanidad empezaba a tener la mente un poco más abierta con el tema homosexual, vemos como un grupo de hombres lucha, con esfuerzo sobrehumano y con la ayuda de una doctora enferma de polio, para que se les subvencionen ayudas para la investigación de la cura contra el virus. Os podéis imaginar que sin éxito alguno. 

Tenían que ver como morían y se infectaban a diario amigos, y lo más duro sus novios. Sus parejas. Por el amor de Dios, ¿puede haber algo que cree más impotencia? Algo que realmente me impactó de la película fue enterarme que el VIH era considerado el cáncer gay. Si, si, léeis bien, el cáncer gay. Valientes hijos de puta todos los que les dieron la espalda. A todos esos gobernantes que se lavaron las malos mientras una epidemia invadía el mundo. Pero claro, como parece que solo se infectaban homosexuales, ¿para qué mover un dedo? Ellos no son personas, ¿verdad?. 




Así de triste y miserable fue la realidad. Se hubieran podido evitar millones de muertes si la homofobia no hubiera reinado frente a la lógica, a la profesionalidad y a la moral humana. Pero ya no solo las muertes, durante todos esos años en los que nadie le daba importancia a este virus, porque total solo se morían homosexuales, se hubiera podido avanzar muchísimo en su investigación. ¡CASI DIEZ AÑOS PERDIDOS! ¿Pero en que mundo vivimos? Diez años en los que murieron más de 25 millones de personas en todo el mundo, pero ya se sabe, como solo se morían africanos y gays, bah... ¿Para qué hacer nada? Diez putos años en los que se podría haber investigado, diez años que hubieran podido salvar millones de vidas. 

 La impotencia que crea esta película es gracias al enorme elenco de actores que la interpretan. Sublime. No puedo decir más. Las emociones traspasan la pantalla y a mi, personalmente me dejaron destrozada. ¿Como el ser humano puede llegar a esto? ¿Amar es un delito? No señores, lo que fue un delito en su día fue la falta de información, la falta de investigación, y sobretodo la falta de moral. Dar la espalda a una enfermedad, dar la espalda a la humanidad en definitiva. 







Así que sí querido Dani, tienes toda la razón. Es un peliculón que merece ser visto por todo el mundo. Porque es un documental de lo que se vivió, del horror y el desamparo que tantos hombres sufrieron simplemente por amarse entre ellos. Porque para ganar una guerra, hay que empezarla. Porque hay que acabar con cualquier tipo de discriminación, sea de la naturaleza que sea. Y no se me ocurre mejor manera de concienciar a generaciones futuras que enseñando realidades como esta, por muy duras que sean. 

Y como siempre Miss C, os quiere MUNCHO. 






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