domingo, 7 de diciembre de 2014

Las Navidades sin novio.

Hola queridas, 

Definitivamente no hay nada como tener las amigas que yo tengo. Gracias reina mía, me has salvado el post de Domingo. Sí, he decidido que publicaré Miércoles y Domingo. El Domingo porque muy probablemente me haya pasado algo durante el fin de semana que sea digno de contar y el Miércoles porque yo las semanas nunca las empiezo como las personas normales. Contaros, por ejemplo, que mi compañera de piso y amiga Valentina a decidido sentirse mejor consigo misma y el planeta. Hasta ahí bien, pero... se va a tirar a la manufactura. O sea, pretende hacer champú, jabón, pasta de dientes, el pan, las masas de pizza... y yo me pregunto...¿Vali, cariño mío... tú sabes que no tenemos tiempo, verdad? Que puede estar bien jugar a ser ecológicas durante un mes, pero no vamos a lograrlo. Si no podemos ni hacer Jessica Smith... 

El propósito aquí de mi roomy es no fabricar basura. Ahora compraremos a granel. Se acabó pagar por los envases. Ahorrar. Eso me parece bien. Ya me estoy imaginando mi nueva vitrina llena de botes de cristal con ingredientes dentro, mezclados por colores... sí. Esa idea me gusta. ¡Pero alto! No voy a ir en tupper-ware a la carnicería. Ni de coña. Ah, y tampoco voy a usar tu champú, sabes que mi pelo es mi imperio, y no es por nada... pero no. Me quedo como estoy. A mi pelo no le gusta verse violado. Así que ya os iré contando como va el invento de el mostrenco con el que vivo... 

Aka Valentina Bagordo.
Manufactoradora profesional




Dicho esto y que me he levantado a las nueve de la mañana por el dolor de regla, vamos a hablar del tema en cuestión. Las temidas Navidades sin novio. 



¡¡¡¡Cómo vuelva a escuchar el "¿y por qué sigues soltera?" o alguna de
sus variantes, ME LÍO A HOSTIAS!!!!

Han llegado amigas, ya están aquí. Las reuniones familiares, el alcohol, las comilonas de mami y los postres de la tita, el alcohol, los niños jugando, Papa Noel, el alcohol, los bebés llorando, las batallitas interminables, lloros, risas y... el alcohol. Yo las pienso pasar así. Con mucho amor, eso sí, que la familia es cojonuda. Me declaro una de esas solteras felices, de las que esta demasiado bien solas como para perder el tiempo en pensar en hombres. Esta conclusión viene porque estoy hasta los mismísimos cojones, los que no tengo, de los hombres. Me dedico a pensar en lo positivo de la cuestión, porque si pienso en las aportaciones, ahora mismo lo único que me falta es... sexo. El resto lo tengo más que cubierto. Pero vamos a especificar el porque es tan cojonudo pasar las Navidades soltera. 



1. Movilidad reducida.

Las reuniones familiares se reducen a tú casa, a tu familia. Se acabo comer y cenar para contentar a los suegros. ¡¡¡SE ACABÓ!!! Yo lo siento, hay familias y familias. Pero uno nunca está tan bien como con la suya. Aguantar a familiares remotos... para eso ya tienes a los tuyos. En todas las familias cuecen habas, pero las de uno, pues oye saben mejor.

Se acabó. Las Navidades cobran el sentido de cuando eras pequeño. Tú con los tuyos, y te das cuenta que en realidad lo echabas de menos. ¿Por qué no se puede hacer de otra forma? Me refiero cada uno con los suyos y ya. Cuando estás casado, entiendo que la cosa pase a ser distinta puesto que es cuando empiezas a crear la idea de familia en tu cabeza. ¿Mientras tanto? No le veo necesidad de tener dobles navidades, dobles de todo. Es una mierda, y para a línea viene fatal. 



¡Fiesta, que fantástica, fantástica esta fiesta!


2- El regalo más grande, soy yo.

Liberación es lo que siento al no tener que pensar en que comprarle a mi novio. Y más yo que soy de las yankis en esto, todo a lo grande. Los regalos entre parejas han de ser grandes, ¡joder! Se hacen en pack de toda la vida, incluyendo, parte manual del regalo, véase álbum de fotos, una postal, un gorrito de macramé... y la parte gorda. (La parte gorda en Navidad, llamarme clásica, ha de ser igual o más que la del cumpleaños. Es Navidad señores, somos consumistas. ¡¡VIVA LA NAVIDAD!!) Y por parte gorda me refiero a viajes, joyas, esa cazadora Lanvin de tachuelas imposible, esos Loubotin clásicos, el Virking de Hermês como fondo de armario... ¿entendido?

Y como os podéis imaginar... siempre ha pasado que haces regalos grandes, te curras la hostia el regalo de Navidad de tu novio y... a lo mismo recibes unos calcetines, o un jersey de Zara. Así que perdonarme si prefiero ahorrarme una pasta y no tener que fingir un "me encanta cariño" cuando en el fondo esperas que ese no sea todo el pack de Navidad Parejil. Es un tiempo que estoy aprovechando en irme de vinos, ver tiendas nuevas del gótico, escribiendo este blog o simplemente tirada a la bartola sin hacer el huevo. Y con la pasta ahorrada me compro lo que me da a mi la gana, que me lo he ganado.



Verás que cara se te queda cuando veas el osito de peluche.
-Wuajajajajajajaja, esto por las zapatillas del cumple.



3. Bienvenidos a la república sin árbol.

Tanto si vienes de convivir en pareja o con tus padres, lo mejor de las Navidades All by myself es... ¡¡ADIÓS DECORACIÓN, ADIÓS!! No has de comprar luces, ni árbol, ni bolas nuevas, ni pesebre, ni siquiera eso que ponen en la puerta que lo encuentro... horroroso de siempre. No has de preocuparte por nada de eso. Mayormente las Navidades van a pasar por alto tu casa, no vas a tener que cocinar ni que limpiar después, así que... ¿para que matarte a decorarla? Ya la decora tu madre por ti haciendo que te sientas como un turrón volviendo al hogar. 

Menos gasto y obviamente más tiempo para ti, porque al final, cuando convives en pareja te toca comerte a ti el marrón de decorar la casa cuando te apetece lo mismo que irte de fiesta con el cabrón de tu jefe. A fin de cuentas a ti te da igual poner una luz roja o una azul. Tu solo quieres que esos tres días seguidos que se transforman en una maratón de fondo pasen lo más rápido posible y que al llegar a tu casa tu remanso de paz siga intacto. Sin un árbol que se te coma medio comedor, centros de velas, lucecitas... nada. 



No hay nada como a comodidad de llegar a casa.
(¡¿Qué coño me pasa hoy?)

Así que como veis para sobrevivir a este periodo sin volverte loca en el intento solo tenéis que mirar la parte positiva de ello. Cada una tendrá las suyas, pero si nos paramos a pensar en esto... ¿Qué es lo único que echaríais de menos? Pues claaaaaro, pasear con tu novio para ir a ver como encienden las luces de Navidad de la ciudad. Y a fin de cuentas ,eso también lo puedes hacer con tus amigos. 


¿Opiniones?

Miss C. os quiere mucho. 

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