El terror de toda novia. Su despedida de soltera.

Unicornios de mi corazón! 

Como siempre, y gracias a las chicas tengo nueva inspiración. Esta vez se trata de mi amiga Miss B- Mirar, miraaaaar que maravilloso blog se gasta la amiga...Todas a morir de amor con Alex y Mariola. - y es que ella hace poco ha estado montando una despedida de soltera de las que molan, de las divertidas, de esas que la novia recuerda con una gran sonrisa Profident y no se plantea anular asistencias al enlace.

El problema radica en las que se convierten en un bochorno. En algo ridículo y de mal gusto. ¿Por qué motivo se putea a la novia? Me refiero, bastante tiene ya con pasar el resto de su vida con el mismo maromo, firmado ante Dios o un juez, como para que la última noche que pasa con sus amigas se convierta en un infierno. Personalmente yo soy más de irme de fin de semana a emborracharme en una casa rural sin que nadie me conozca y hacer el jabalí por el campo, o al menos eso quiero yo en mi despedida. O eso o morirme en Amnesia, Ibiza. Y ya ni boda ni hostias, una hard party en condiciones y que sea lo que YO quiera. 

¿Qué pasará? ¿Que misterio habrá? Puede ser mi gran noche...

I'm so exciteeeeed, and I just can't hide it.
Véase demostración gráfica de lo que pretendo en el campo.

¿Pero quién tiene la culpa de esas despedidas? La novia. Lo siento, es así. Novias del mundo.... decidir mejor quien os monta la despedida de soltera. Si se lo encargáis a la prima lejana del novio, a la cuñada o a la suegra... ¿Qué coño esperáis? Hay que afinar más y decidir mejor. No hay nadie mejor que tu hermana, o tus amigas para que te monten la despedida de soltera. Hacedme el favor, que luego vienen los disgustos. Disgustos como....

1- Rúa de Carnaval con pollas en la cabeza.

En fin. Esta es la más típica tópica y es la puta vergüenza más grande del mundo. Mis amigas saben que si a mi me hacen esto quedan automáticamente fuera de mi boda. Las reviento, las mato, o sea... las someto a la mayor de las torturas. ¿No os da pena, hijas del mal? Ponéis a la novia delante, con su súper pollón en la cabeza y banda con frase tipo "Me caso" o "Yo soy la novia" -originalidad en estado puro- un silbato en la boca y.... a la calle. Aunque claro, como si la pobre chica no tuviera suficiente con semejante atuendo la ponen a pedir dinero, o a hacerse fotos con solteros, o... en fin a hacer el ridículo más grande del mundo. Y no contentas con ello, esas tremendas mamonas no la llevan a un sitio que no la conozca nadie, nooooo, ya que están puestas a putear la llevan por su pueblo, el natal, el de toda la vida. 

¿Se puede ser máaaaaaaaas zorra? La novia, obviamente a las tres de la tarde ya va con un pedo que ni Pocholo en su tercer día buscando la mochila, porque esa también es la base del concurso, tajarla sin compasión. Aunque claro, visto lo visto, ir borracha es la mejor opción. 

La suegra quiere la XXL.

2- Boys, boys, boys. 

Pero a esa pobre novia, borracha, con pollas por todas partes y silbatos que se han instalado en su cabeza.... la llevan a un boys, boys, boys.... Y a ella NO LE GUSTA. O sea, lo odia. Prefiere caminar sobre clavos ardiendo antes que un tío lleno de aceite le ponga su cosa en la cara y la magree. Pero como el objetivo de estas despedidas es putear a la novia, le pillan al  más chungo para que le haga el espectáculo. Mientras tanto, sabéis quien aprovecha para hacer fotografías, ¿no? Pues claro unicornios, la suegra, la cuñada y las primas del futuro marido. Pruebas que más adelante usaran en su contra en todas las comidas familiares, en plan mira mira que fotos tengo de la despedida, mira como disfrutó tu mujer con el boy. Y la pobre novia ahí, aguantando el tirón, porque odió su despedida, aunque por suerte se acuerda de poco. Hay que ser muy hija de puta. 

El boy fontanero.
#pa'bernosmatao'

3- La madre que te monta la despedida en un bar de camioneros. 

Bueno, esta en realidad es una despedida a la que yo fui. Un auténtico HORROR que quiero compartir con vosotras. La madre de dicha novia- que ya la ha plantado el marido, por insoportable- decidió montar la despedida de su hija. Aunque bueno, yo no sabía si eso era una despedida o un cumpleaños infantil. La merienda constaba de ganchitos, Coca-Cola y bocatas de mortadela. Todo un manjar, sí señor. Juegos absurdos y gilipolleces varias, imaginaros. Pero el plato fuerte era la cena. 

Según la organizadora de eventos exclusivos, íbamos a un local súper molón cerca de casa, con pincha discos y todo. Nada más lejos de la realidad. Cuando llegamos a la puerta del bar quise morir. ¿Un bar de camioneros? Pues sí. Imaginaros el menú a base de fritangas y vino barato. Y el pincha discos... en fin. El dueño del bar, muy majo él, nos deleitó con una lista infernal que no había por donde pillar. Todo un espectáculo, terror de Serie B. Llegué a asustarme pensando si algún trabajador de dicho establecimiento le daba por hacer la gracia y ponerse de boy, pero no. Por suerte eso no ocurrió, aunque bueno... Quizás hubiera sido la guinda para que esa despedida fuera coronada como LA PEOR DE LA HISTORIA.

Así que cuidadito, a veces las madres también te la lían. 

Pd: He de decir que lo único bueno era el precio de los cubatas. Arrasé. Era o eso o consumirme como un caracol sin lluvia. 

Mi madre es el maaaaaaaaaaal.

Lo dicho. Hacer una buena fiesta, o una barbacoa, que se yo... comeros una paella en un chiringuito, pero por favor... No seáis cabronas. En el mal sentido de la palabra.

Miss C os quiere muuuuuncho.