lunes, 26 de enero de 2015

Eat, pray, love. O la historia de unas vacaciones.

Hola, unicorni@s.

Hoy ando que muerdo, estoy de muy mala hostia. Luego lloro. Y me noto absolutamente descontrolada. Pero claro, ayer para rematar el día, que no pudo acabar peor, sale mi espíritu de masoca y decido ver por fin la película Eat, Pray, Love. Hasta ahí bien. Pero a medida que la película iba avanzando... mi nivel de mala hostia iba creciendo, no logré llorar, pero si cagarme en todas las almas que se me antojaron y más. Creí posible rotar la cabeza como la niña del exorcista.  Creo que es la primera vez que prefiero leerme el libro a ver la película, así que me lo voy a leer. Y lo haré por la sencilla razón que a Noelia, una de mis amigas de toda la vida, es ultra hiper mega super extra a tope de fan de este libro. Pero la película me pareció frívola, sinceramente no entendí tanto bombo.

Ella. Julia Roberts, la novia de America. Como siempre clava el papel, ella no tiene la culpa y desde luego, hace que sea soportable, sin ninguna duda. Bueno ella y en general todo el mundo que sale. Especialmente James Franco, que lo amo con todo mi ser. Ese aspecto de bohemio frustrado con cara de pillo me pone de todos los colores. Si el me dice ven, voy ya sin bragas directamente. 



Lo sé, y no sé que haces fuera de mi cama


Dichas mis preferencias, decir que Javier Bardem no me parece para nada empotrable. Ni siquiera tierno como representa que tiene que ser ese hombre, torturado por una amor, incapaz de amar a nadie después de diez años de la separación... cuando llora parece que este apretando en el baño. Y es feo, joder. Es muy feo. Fin. Eso ya me mata. Ahora entiendo a las haters de Jamie Dorhnam, ver a ese chico de Grey va a ser una putada.



Representación gráfica de Hel y Verito





Es que no le sale, en serio. Para nada en la película se percibe un amor intenso, o una pasión desenfrenada, es súper reservado y apenas dura. No sale ni una escena mínimamente hot. Y en teoría el AMOR es lo que desequilibra la balanza, ¿no? Entonces, ¿qué tal si mimáis un poco esa parte de la película? Me pareció poco intensa, y desde luego muy poco romántica. Yo ayer necesitaba llorar de amor y acabé gritando de mala hostia. Y es que no me creo que en el libro se plasme así, ya os digo que Noelia cada vez que me habla de él lo hace con una intensidad que yo a veces me pierdo. Una de frases filosóficas para encontrarse a una misma que lo flipáis. Y la película es... en fin. Las vacaciones de la novia de América, poco más. 



Hasta Britney lo dice. 

Así es, para mi la película fueron las vacaciones de Liz. Ella vive ese momento en el que por fiiiiin la gente que se auto-convence que está enamorada de alguien,-por aquello de no estar solos y la comodidad-, se dan cuenta de que no lo han estado desde hace muuuuucho cuando están casados. Liz se da cuenta que no lo quiere y entonces le entra el sofoco del siglo y decide plantar al marido, tirarse a James Franco de por medio y entonces se agobia otra vez porque lo de un clavo saca a otro no le funciona. Decide irse a Italia primero, luego Bombay y acabar en Bali. ¡PERO, EH! VA A ENCONTRARME A SI MISMA. VAMOS A VER. VAMOS A VER. Es muy típico, todas lo hemos hecho. Lo dejamos todo y nos vamos a dar media vuelta al mundo. Porque una se ha de encontrar. Y hacemos como Liz dice "¿Por qué Italia? No sé, el idioma me parece maravilloso."



Y el penne rigatte, también.

Está en Italia unos cuatro meses. Cuando ve que no le ha podido hincar el diente al italiano buenorro, y que allí pese a que la quieren no encuentra a su caballero de brillante armadura, porque Liz lo que quiere es enamorarse de verdad, sabe quién es perfectamente, se va a Bombay. Y allí se dedica a aprender a rezar, meditar y tal, cosa que no ha hecho en su vida. Pero encontrarse a si misma es un arduo camino y ella se viste de India y aprende a vivir relajada y tal. Total, que allí también se hace muy buena amiga de un hombre que está que no se encuentra y vuelve a su vida normal y ella se queda fatal de la vida y decide acabar en Bali. Lugar donde conoció a la que es para mi la estrella de la película, el ancianito sin dientes.



Es adorable, en serio.

Y allí se alquila una pedazo de casita con rincón para meditar, porque eso es muy de purificar el alma y oye, ya hemos dicho que el camino para encontrarse  a una misma no es fácil en abosluto. A los días de estar en Bali, yendo a buscar medicinas, conoce a una tía brasileña que la anima a ir a una fiesta y allí se encuentra con Felipe, el hombre divorciado como ella, residente en Bali y... es Bardem. Es una mierda. Y nada, se enamoran, ella no se lo dice, el la presiona, ella se va y como pasa a despedirse de su amiguito el anciano sin dientes,  le dice lo que ya sabía desde un primer momento, que ese es su amor y que el amor desequilibra la balanza. Vamos, que ya se ha encontrado a si misma. Y vuelve corriendo a por Felipe, que oye, nombre de príncipe, pues tiene.



En Italia no folla, pero comer...MUCHO.
Tampoco entendí la escena de los spaguetti

Lo siento, pero es que me ha parecido demasiado bombo para lo que es. Sinceramente no me ha apasionado nada de nada, ni frío ni calor. Esperaba muchísimo más de esta película. Vamos, es que si lo llego a saber me pongo Leyendas de Pasión. ¡¡¡ESO SI QUE ES AMOR!!!
Y hasta aquí llegamos hoy. Que me apetece desconectar el cerebro un poquito más. 

Miss C os quiere, sobretodo a ti Noe, no me mates. 

 








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